martes, 19 de febrero de 2013

Mirada interior Tres cartelitos ya están en la cama Por: Isaías Alanís


Isaias Alanis

Las triples alianzas y los triunviratos en México, tienen éxito desde la época prehispánica, los mismo la existencia de un “poder tras el trono”. Tradición enquistada en la historia como una maldición de Malinche bastante corrugada y sensible al carbono catorce de las navegaciones por el canal de desagüe de la política a la mexicana. La reducción al absurdo de la historia, nos llena directo a lo que sucede en la actualidad. Dentro de los partidos políticos, esta práctica es exitosa. Se inaugura con las concertacesiones panistas, primero, y perredistas posteriormente. El viejo cuño de la orfebrería nacional en materia de “acuerdos coyunturales”, ha parido una ristra de monstruos anudados a intereses mercantiles de la política, que ha abierto las esclusas a un pantano donde se cierran y abren las puertas a unos y a otros que dan de saltos de un partido a otro como Sancho por su casa. Y que en este momento crucial de la historia en que la nación navega a la deriva en base a estos “acuerdos” entre las bancadas de los partidos, la trajinera nacional pisa terreno cenagoso y se enfanga cada nuevo tramo en que los efímeros “acuerdos” ni nacionales ni para el pueblo, tratan de  justificar acciones que llevan derechito al abismo de las aguas residuales de la política -al país- en medio de subjetivos programas para erradicar la pobreza o acabar con la violencia. Porque lo que más le importa a unos y a otros, es la ganancia que se obtendrá por signar tal o cual propuesta del ejecutivo nacional.

Los tres cárteles, bien pertrechados de acuerditis nacional; balas de goma para los que se portan mal, cruz de olvido para los que tranzan, cama de piedra para los corruptores; sigo siendo el rey, para los que operan desde adentro de las cámaras donde se cuecen los “acuerdos”; “torito” para los nenes viejos, agiotistas de las medicinas; te puedo cambiar por hombre, para los que tuercen la ley por una cuenta en dólares; hasta el grito ominoso de quiero vivir mi vida con el partido que yo quiera, pero no me pidas que sea monedita de oro.
Forma parte de esta serie escatológica totalmente mediática y circunstancial que ha dejado al país en las condiciones de orfandad y malquerencia ética en que se encuentra. Por eso el anuncio del nacimiento de tres carteles no es nada nuevo comparado con lo que sucede al interior de los cárteles políticos que dirigen al país.

Funcionarios del gabinete de seguridad nacional, revelaron que de los cárteles de Sinaloa, Los Zetas y del Golfo, surgieron tres grupos; Sangre Z, Golfo Nueva Generación y La Corona. La mayoría de sus miembros están “integrados por desertores de otras organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, que compiten a escala regional en zonas del Pacífico, el occidente y el Golfo de México…” (La Jornada/17/02/2013).
Y así como en la política, los nuevos carteles son tránsfugas de diversos partidos, en el ámbito de lo delincuencial, son semejantes y no hay forma de no relacionar el paralelismo entra ambas organizaciones:
“El gobierno federal estima que existen 70 grupos regionales que controlan la distribución de drogas en el país, pero La Corona, Sangre Z y Golfo Nueva Generación son consideradas las organizaciones emergentes más importantes del centro y el norte del país, mientras que en la zona sur de la República destaca el cártel Independiente de Acapulco…” (Ibídem).

Haber declarado en Chicago, ciudad emblemática del crimen tolerado al Chapo Guzmán como enemigo número uno de la nación gabacha, es una polaridad muy usual en los Estados Unidos, mientras afilan las garras por la industria petrolera.
Bajo la presión de las guerras del petróleo, permitieron que los Chinos, le cierren la pinza a México desde la parte más oscura del traspatio gringo con la llegada de los conquistadores amarillos para que se encarguen del espinoso negocio de la trata de personas, narcotráfico y lo que resulte, en tanto ellos, declaran enemigo a un personaje cinco estrellas y record Ginness, pasándose por alto, declarar como socios a ex presidentes, líderes del senado y la cámara, empresarios, directores de Pemex, que mansamente y por unos cuántos dólares van entregando cachito a cachito la patria diamantina y velardiana. 

Los nuevos cárteles ya tienen nombre, habrá que pedirle al gobierno federal, saque a la luz pública el nombre de los tres cárteles de la política y la identidad de sus cabecillas que negocian el futuro de México como si fueran tachas, toneladas de mota o jirones de historia patria.

Y en tanto Benedicto XVI, asumiendo con poder terrenal su principado de la iglesia, les da con la custodia a sus enemigos al renunciar aparentemente a su cargo, y desde Castengandolfo, prepara su sucesión  sin la monserga teológica de driblar a sus enemigos, el decano de los Cardenales, Angelo Sodano, y el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone. El señor Ratzinger, ata cabos sueltos y con el rosario de la política vaticana en las manos, en la celda de su “retiro espiritual”, “amarra navajas” con su seguidores para dejar con un palmo de narices a sus enemigos, (¿qué?, si enemigos y no precisamente son diablos sino cardenales, príncipes de la iglesia de dios) en la lucha sin cuartel por la silla papal.
De reojo
Mi Mont Blanc Gorda, sufrió un accidente y perdió una de sus partes, si alguien tiene una en las mismas condiciones, y si la pieza que busco le acomoda a la mía, se la compro. No puedo escribir un libro en cauce sin ella. Por favor escriban a la siguiente dirección: isa_lanis@yahoo.com.mx. Gracias.

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