El gobernador electo ya
con su constancia de mayoría, una vez que tome las riendas de la administración
de Guerrero, y aligere las protestas que
aseguran hubo fraude, tiene que actuar en consecuencia para justificar su lema
de campaña; “orden y progreso” y sacar con trocitos de hielo, la cuña dramática
que acusa al PRD, de haber hundido al estado en los últimos 10 años en la
violencia por la noche de Iguala.
Primero, tendrá que
arreglárselas en donde va a despachar, si en Acapulco, como fue el sueño del ex gobernadores, más conspicuo,
José Francisco Ruiz Massieu, porque el espacio de Casa Guerrero ha sido
decretado y destinado por el actual gobernador interino Rogelio Ortega
Martínez para un centro cultural que
está planeado en la obra civil, sin el corazón que significa armar un centro de
esa envergadura y que sea parido por profesionales y no por contrahechos
maestros obesos de danza o promotores solitarios y bancarios, según lo expone
en su teoría Pablo Freyre.
Tamaño problema tiene
el gobernador electo, porque tendrán que habilitar un espacio mientras
construyen otro, o bien, compartirlo con el centro cultural en la antigua casa
de los Eucaliptos.
Pero eso no es todo, su
deber será investigar, castigar y limpiar la casa que durante diez años los
gobiernos “perredistas”, según esto, de Zeferino Torreblanca Galindo y Ángel
Aguirre Rivero llenaron de corrupción, nepotismo por sus amigos cercanos y
familiares. Y que Humberto Sarmiento Lueber, Carlos Álvarez Reyes, los hermanos
Bajos, Soberanis y Magaly Serna, encargada de limpiar el presupuesto de Salud y
todos los amigos de juventud de ZTG, que pasaron de ser, “empresarios
quebrados” a ilustres dueños de florecientes empresas, se les investigue tal y
como lo demanda el pueblo de Guerrero.
Y con la administración
de AAR, además de continuar con la investigación que ya existe, darle cauce
para que además de los nueve detenidos, tal y como lo expresó el secretario de
Gobernación Osorio Chong, se detenga a los que faltan y que pertenecen “al
circulo cercano al gobernador Aguirre”. Y esto implica rascar en la corrupción
de familiares, de algunos ex colaboradores de AAR, que se sumaron a su campaña.
¿Y en estos dos simples ejemplos, Astudillo lo podrá hacer, o habrá de doblar
la hoja como si nada hubiera pasado?
Y un tema obligado, la
desaparición de 43 normalistas, que no solo le cambió el rostro mundialmente a
México, sino que puso en un tobogán imparable las reformas y la figura
presidencial de EPN, que paso del mexican
moment, a la caída de un presidente teledirigido. Astudillo, tiene que luchar contra todas las
inconsistencias y pruebas de la gran mentira de Cocula e Iguala, la
investigación de Anabel Morales Y Steve Fisher al dar a conocer el testimonio
de Ulises Bernabé García, Juez de Barandilla de la Policía Municipal de Igual
la noche del 26 de septiembre. Actor de reparto de esos hechos actualmente a
punto de ser asilado por el gobierno de EEUU. ¿Ya tiene en su escritorio la
verdad sobre esa noche oscura del alma mexicana, y llegará al fondo de la
verdad aunque esta empañe el espejo presidencial y a instituciones del estado
mexicano?
Y
sacar del estado a los trece o doce grupos de la delincuencia que tienen puestos
sus reales en la geografía del estado. No hay ranchería, ciudad, cabecera
municipal, camino de herradura o de brecha donde no exista un puesto de
vigilancia y control a cargo de los diversos grupos que se disputan el opio
guerrerense.
A diferencia de los
doce trabajos de Hércules, al que fue castigado después de matar en un ataque
de locura a su esposa Megara y a su tres hijos, Astudillo tiene que acabar con
el León de Nemea encarnado en la delincuencia organizada. Y con una hacha
jimadora de agave tronchar la Hidra de la corrupción y sus millones de cabezas.
Al
igual que Hércules, el héroe de la mitología, Astudillo no tiene que acudir al
Oráculo de los Pinos para desarrollar una política nueva, tampoco ponerse a la
ordenes del Rey Euristeo, que por el momento no podrá habitar la Casa Blanca de
las Lomas por un conflicto de interés que ya rebasó a cualquier mitología
moderna.
Los
trabajos de Astudillo ya comenzaron con la integración de su gabinete y colocar
a los grupos del PRI, Panal y Verde Ecologista que participaron en la elección
y en el connubio hacia el poder. Si le
falla en el nombramiento de su equipo de trabajo y se continúan con las viejas
prácticas que nunca dejaron de ser la piedra angular de una política
delincuencial, anti moderna y rural en los ochenta años de poder en Guerrero
del revolucionario institucional, el estado se puede calentar más de la cuenta.
¿Si
el PRD, pactista de los chuchos, llevó a ZTG y a AAR a la gubernatura de
Guerrero con la aprobación de los Pinos y de ciertos sectores de políticos
priistas guerrerenses con miras a regresar como si nada hubiera pasado?
Astudillo tendrá que atar cabos muy sueltos para dar una imagen de credibilidad
y de transparencia.
Otro
de los trabajos de Astudillo es darle seguimiento a sus ordenanzas de campaña, y
alcanzar la gobernanza en la entidad con maestros, padres de Ayotzinapa,
pueblos originarios, derechos humanos, salud, desarrollo sustentable y
transversal, equidad de género y sacar de la nómina a miles de maestros y de
cuates de funcionarios del gobierno que cobran salarios increíblemente elevados
por no hacer nada.
Los
trabajos de Astudillo, apenas comienzan, ¿Logrará vencer a la Hidra de la
corrupción, al León de Nemea y a sus propios correligionarios que ya se
repartieron el pastel antes de probarlo?
De
reojo
Hoy
Beatriz Mojica Morga en las oficinas del IEPEC de Chilpancingo, entregará la
impugnación de las elecciones acompañada de Carlos Navarrete. Al mismo tiempo
habría de analizar ¿qué viene ante la desbandada y caída del PRD chuchino?
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