viernes, 16 de octubre de 2015

ENTRESEMANA Puros y castos MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

En política no hay hermanas de la caridad ni filántropos; tampoco casualidades. La filtración de una investigación en curso, nunca será hija de la casualidad o nieta de la ocurrencia pueril de un funcionario público; la denuncia del nuevo inquilino de un cargo de primer nivel porque la casa se la dejaron como cochinero, obedece sin duda alguna al símil de curarse en salud y descalificar al antecesor; ofende al sentido común el nuevo gobernante experto en estos menesteres cuando se asume bisoño.
Y quién cree al ex gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, que abandona su zona de confort para reunirse con un grupo de diputados y diputadas integrantes de la Comisión Especial Ayotzinapa para decirles --ex abruptos de por medio, ¡faltaba más!—que es inocente, como Pepe el Toro, que nada tuvo que ver con la desaparición de los 43 normalistas y que incluso llamó al Ejército, aunque esta versión fue desmentida.
¡Claro!, los legisladores no tienen personalidad vinculatoria para interrogar al rubicundo y trajeado ex mandamás del estado de Guerrero, y quieran que no, deben escucharlo deslindarse de todo y que no es culpable de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre del año pasado en Iguala y que sus relaciones con la pareja imperial Abarca-Pineda eran sólo de trabajo, para acallar esas perversas versiones de que se reunía en zona prohibida con la señora Pineda. ¡Válgame Díos!
Entonces, ésta es la realidad de una comisión especial de legisladores que le hacen al Perry Mason en busca de culpables de ilícitos, pero cuando están a punto de pepenar al delincuentes, se dan cuenta de que no son instancia judicial y, aunque el delincuente esté confeso, nomás no lo pueden inculpar. Asuntos mediáticos, como recordaría el diputado Jorge Carlos Ramírez Marín, abogado que sabe de estos menesteres, tanto que por ahí deslizó que Ángel Heladio ya declaró ante la autoridad judicial y sus declaraciones están integradas al proceso del caso Ayotzinapa.
Lo mismo ocurre –engañar con la verdad-- con quien, contrario a su praxis va a misa un domingo porque la parroquia está a reventar toda vez que oficia el señor obispo, y sus contrincantes en el top ten se han declarado abiertos católicos que comulgan los domingos y tienen la imagen de la inmaculada en su escritorio. Total, los jacobinos también van a misa por más radicales que parezcan.
Porque, Andrés Manuel López Obrador entendió que la visita del papa Francisco a México, en el primer trimestre de 2016, vísperas de la elección de 12 gobernadores abrió un espacio en su agenda del periplo europeo dizque para promover a su movimiento regeneración nacional y se fue al Vaticano para, desde la valla, saludar al Sumo Pontífice, regalarle una medallita y entregarle una carta con uno de sus pasajes verbales encaminados a… ¡salvar a México!
Dicen que cualquiera puede gastarse sus dineros en lo que le venga en gana y que si El Peje anda por Europa con la familia y los cuates de su dream team, muy su gusto. Pero me niego a dejar de lado que mienta impunemente y ande por ahí sin rendir cuentas de los dineros que gasta sin pudor, es decir, cuál es el origen de éstos. Bueno, unos tienen origen en las aportaciones que el benevolente y honesto Ricardo Monreal le acerca, dineros de aquellos que descontaba a sus empleados en el Senado y en la Cámara de Diputados, una especie de óvolo de la quincena para el sostén del movimiento encabezado por el ¿católico, apostólico y romano Andrés Manuel?
¡Ah!, pero Ricardo llega a la delegación Cuauhtémoc y olvida que su jefe y guía fue el presidente del Consejo de Administración del negocio en que convirtió a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal cuando las huestes perredistas, el voto perredista que hoy desprecia y califica corrupto, lo llevó al triunfo como jefe de Gobierno.
¿Olvidó el probo Monreal que las jefaturas delegacionales han estado, desde 1997 en buena parte gobernadas por el Partido de la Revolución Democrática que lo arropó e hizo gobernador de Zacatecas, diputado y senador por obra y gracia de las alianzas de conveniencia con el Partido del Trabajo.
De cuándo acá el millonario político zacatecano se alza probo, honesto y negado a la mentira –“Tú sabes, Joaquín, yo no miento”—y se dispone a ingresar a una celda porque acepta haber cometido el delito de romper un procedimiento al entregar a la Tesorería y no, como prueba, ante la PGR el millón y medio de pesos que le dejaron en su oficina de la delegación Cuauhtémoc, el famoso “niño” que es una especie de entre de los dineros que vía corrupción, extorsión, venta de piso a comerciantes y empresarios y de plazas a trabajadores delegacionales, se junta diaria y mensualmente y se entrega al jefe delegacional para sus chuchulucos.
Bueno, bueno, Ricardo se redujo el salario e instruyó lo propio a sus colaboradores. ¿Podrá vivir un jefe de departamento con 16 mil pesos mensuales? Con esos salarios, Richard provocará corrupción. ¿Nico aceptó ganar treinta mil si como chofer de El Peje se levantaba casi cien mil mensuales más viáticos y gasolina?
Y, vaya, quién recomendó a la abogada Celina Oseguera Parra para la Coordinación Nacional de los Centros Federales de Readaptación Social, si su carta curricular estaba salpicada de pésima reputación en el cargo, incluso cuando trabajó al lado del demócrata y súper honesto Marcelo Ebrard Casaubón que hoy anda por las Europas en plan de empresario.
Y, quién determinó sólo separarla del cargo si tiene responsabilidad en la fuga de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo; por qué no arraigarla –como han hecho con otros funcionarios caídos en desgracia-- en tanto concluyen las investigaciones en torno a este asunto criminal que da pena ajena, pero igual la pauta para descalificar al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y a su equipo del primer círculo, restándole méritos en la carrera presidencial.
¿Sabrá la señora procuradora Arely Gómez de dónde salió el video con luz, sonido, vestuario, escenografía de los últimos segundos de El Chapo en su celda del penal de máxima seguridad del Altiplano?
Porque la abogada y senadora con licencia –el cargo es irrenunciable—que tanta aversión tiene a los incómodos periodistas, tendrá que rendir cuentas de la, obligada por oficio, investigación relativa a la filtración de ese video, cuya existencia sacó de sus casillas al prudente senador Alejandro Encinas porque les fue negada la existencia de ese material.
Total, si ya saben cómo son para qué los eligen, para qué se postulan o, para qué los designan en cargos donde la corrupción siempre será carta de naturalización en la encomienda. Pero, queda claro que en esto de la praxis política no hay puros ni castos.
¿Impunidad para Aguirre Rivero? ¿De quién son las huellas de la maniobra que pretende defenestrar a Osorio Chong? ¿Andrés Manuel comulgará todos los domingos en aras del voto católico? ¿Quién protege a doña Celina? ¿De veras, de veras Richard Monreal no es Pinocho? Ahí le dejo este ejercicio para distraerse el fin de semana. Conste.
VIERNES. No suena mal esa propuesta de las diputadas María Elena Orantes López, Claudia Corichi García y Cecilia Soto de que el presidente Enrique Peña Nieto proponga al Senado una terna integrada por mujeres para ocupar el cargo de Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que dejará vacante la ministra Olga Sánchez Cordero. Hasta le quitaría presión por el caso del estudioso Raúl Cervantes Andrade. Digo.

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Vanguardia Digital

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