viernes, 9 de octubre de 2015

ENTRESEMANA Se los dije… MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
En la entrega anterior, que titulé ¿Más de los mismos?, referí: “Por eso, los anuncios de Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, Silvano Aureoles Conejo y Francisco Domínguez Servién, de que en Nuevo León, Michoacán y Querétaro, aplicarán la ley, revisarán cuentas, hurgarán cajones y archivos, descifrarán conceptos y relaciones de obra pública, desmantelarán a la fuerza aérea y cortarán el combustible a los aviadores, entre otros etcéteras de fino concepto amanuense, son alimento mediático para el populacho que demanda cortar cabezas y la picota”.
Y mire usted: 24 horas después, el colega Ricardo Alemán, en su columna Itinerario Político, en la edición de El Universal de este jueves 8, se refirió al bandido que resultaría Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” en su propia paráfrasis del discurso de toma de posesión de que “se acabó la fiesta a los bandidos”, porque entonces comenzaría la de su grupo en el poder desde el sábado último en el estado de Nuevo León.
Y es que, conforme con la información contenida en la columna de Alemán, “El Bronco” resultaría la decepción para quienes, copiosamente, votaron por él de forma tal que arrasó en el proceso electoral como candidato independiente que ofreció el oro y el moro a los ciudadanos nuevoleoneses, quienes han creído a pie juntillas que habrá justicia, se encarcelará a los delincuentes de cuello blanco que se enriquecieron o hicieron más ricos en el gobierno de Rodrigo Medina.
Ricardo Alemán, con información elemental de reportero que es, alude a las propiedades de las que se hizo El Bronco en años recientes, luego de vivir prácticamente como arrimado en una casa que era del padre de su segunda esposa tiene hasta caballos pura sangre. ¿De dónde la riqueza insultante de la que no dio cuenta en campaña? Y, bueno, ahí nombres, apellidos y mañas de sus cercanos colaboradores.
No había que ir más allá porque dicen que el amor y el dinero no se pueden ocultar y menos cuando el poder marea. Que se sepa, de Jaime Rodríguez, Silvano Aureoles Conejo y Francisco Domínguez no se conoce una declaración patrimonial con fe pública.
¿Cuánto se gastó El Bronco en su campaña? ¿Quién fondeó los recursos para esta aventura que cuajó con el triunfo? Hay evidencia de que empresarios constructores, incluso del Estado de México, aportaron recursos para solventar los gastos de campaña de Jaime Rodríguez, que hoy fanfarronea hasta con el tipo de transporte que utilizará para ir a trabajar. Puede ser una motocicleta, pero si es cercano al ciudadano común, entonces que use el Metro o las peseras.
No, no tardaron mucho los malquerientes de El Bronco en abrir los expedientes que el hoy flamante gobernador de Nuevo León, se ocupó en guardar celosamente en campañas. Y que no venga a decir que esa información la filtraron desde el gobierno federal para descalificarlo. No, este es un asunto que se conocería más temprano que tarde.
¡Ah, qué caray con don Bronco! Y, ¿quién sigue? Silvano ha declarado que es un político que vive con medianía y tiene unas propiedades nada presumibles. ¿Y Pancho Domínguez? No dude usted que, en breve, conoceremos de qué tamaño es la fortuna de estos gobernadores que anunciaron la aplicación de la justicia en los equipos de sus antecesores, mas no han hurgado en los patrimonios de sus cercanos colaboradores que no son exactamente filántropos o humildes políticos que viven de su salario.
Y es que, el asunto de la corrupción, de acuerdo con Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, es un mal endémico y difícil de combatir. Por eso y porque varios prohombres de Acción Nacional han sido denunciados por actos de corrupción, tanto que en un acto de contrición, Anaya se ha convertido en el principal impulsor del Sistema Nacional Anticorrupción.
Este jueves, en su participación en el Foro “Transparencia Electoral y Partidos Políticos”, dentro de la Semana Nacional de la Transparencia, Anaya reflexionó:
De tal manera que sí es la corrupción un problema costosísimo y gravísimo para nuestro país. Una primera pregunta que nos tendríamos que hacer es si la corrupción es un problema cultural o un problema institucional; ustedes saben que hay quien piensa que es un problema cultural.
A nosotros nos parecer una barbaridad de interpretación porque si es un problema cultural pues resignémonos, los mexicanos somos culturalmente corruptos y por lo tanto seguirá habiendo corrupción.
Si el problema es de diseño institucional, entonces sí hay una solución, necesitamos reformar, necesitamos que las instituciones funcionen de mejor manera, necesitamos realinear incentivos y podemos acabar con ese problema, como han avanzado de manera importante muchas naciones del mundo.
Yo diría, ¿hay una cultura de la corrupción?, sí. Pero eso no significa que seamos culturalmente corruptos, son dos cosas muy distintas”.
Pues sí, bien por esa reflexión, pero indudable acto de contrición, tanto que en su equipo de campaña debió nombrar a un zar anticorrupción para combatir a la corrupción dentro del partido.
En fin. Lo cierto es que los tres nuevos gobernadores de Nuevo León, Michoacán y Querétaro están obligados a publicar su status económico, explicar de dónde vienen sus recursos y propiedades, aunque suene como curarse en salud, abrirse al escrutinio público en apego a la Ley de Transparencia.
Lo dicho, El Bronco resultó más de los mismos. ¿Dirá que le inventaron las propiedades y que su cuaco azabache es en realidad un jamelgo disfrazado de árabe de pura sangre? Por sus obras, promesas y discursos los conoceréis. Se los dije. Conste.

VIERNES. Por cierto, el que evidenció mala fe o falta de conocimiento financiero, fue el diputado local perredista mexiquense Javier Salinas –ya fue diputado federal-- quien para atraer reflectores, acusó al gobierno del Estado de México de haber ocultado información presupuestal del 2014. Pero… todo está reportado en la Cuenta Pública que el Ejecutivo entregó a la Legislatura local y regulado por el Código Financiero. Don Javier ni leyó bien ni sumó bien.


UNA MÁS. Esta es una recomendación para la oficina del Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el doctor Miguel Ángel Mancera. Hay un correo que, de manera anónima llegó a varios reporteros y columnistas, en el que una persona que perdió su empleo en la delegación Tlalpan, acusa:
“Por este medio manifiesto mi inconformidad ante las diversas situaciones suscitadas en la jefatura delegacional en este cambio de administración desde el 1° de octubre del presente por la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa Delegacional en Tlalpan y su Secretaria Particular Luisa Elena Abreu González  quienes le han otorgado “poder” a su chofer C. MARIO TOLEDO RAMIREZ empleado de base desde el 1° de febrero del 2003
NUM EMPL. 824195   N O M B R E TOLEDO RAMIREZ MARIO   R.F.C. TORM781118-Q16   N.A 17.0  FECHA G.D.F. 01/02/2003  N° PLAZA6100159 CODIGO CF53034   PUESTO SECRETARIA DE LA OFICINA. DE SPS-33  FUNCION REAL CHOFER ADMINISTRATIVO”.
El texto es más amplio, pero en esencia el punto es un ejemplo más de corrupción y tráfico de influencias en la esfera pública. ¿Se investigará? Digo.

@msanchezlimon
Vanguardia Digital


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