domingo, 14 de febrero de 2016

EL ENIGMA DE GOYA


"El sueño de la razón produce monstruos".La fantasía, abandonada de la razón, produce monstruos imposibles; unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas. Cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelve visiones

El misterio... ¿dónde está su cabeza?

En 1988, al exhumar su cadáver en Burdeos para ser trasladado a Madrid, se encuentra que le falta el cráneo.

Hay tesis que aseguran que el propio pintor cedió su cabeza a la ciencia para que fuera estudiada. Pero también hubo quien aseguró ser testigo de que Goya fue enterrado envuelto en una sábana y tocado por un sombrero de seda. Y abunda en esta hipótesis el hecho de que sábana y sombrero se encontraron con sus restos en 1888 al ser exhumado para su traslado a España.
Caníbales preparando sus víctimas.

Una tercera hipótesis, llama la atención sobre un cuadro del pintor Dionisio Fierros en el que podía verse una calavera sin mandíbula y una anotación en su reverso que indicaba: "Cráneo de Goya pintado por Fierros - 1849" (veinte años después de la muerte de Goya) y sobre la afirmación de la propia viuda del pintor Fierros, que aseguró que uno de sus hijos la llevó con él a Salamanca para sus prácticas en la Facultad de Medicina y se rompió en pedazos en uno de sus experimentos.

No han faltado historiadores -más románticos- que aventuraron la idea de que el cráneo de Goya podría quizá encontrarse junto a los restos de su amada, la Duquesa de Alba.

El inquietante perro de Goya.
 Calificado como el cuadro mas bello del mundo, muy austero, solo presenta la cabeza de un perro hundida sobre un plano inclinado de ocre oscuro y un espacio vertical , todo ello exento de cualquier otra figura. La mirada de la cabeza del perro se dirige hacia arriba, y podría representar la soledad.
Goya era un genio de naturaleza desequilibrada

Goya es un hombre muy modesto que se hace así mismo y es un hombre de paradojas: nació en la pobreza, se hizo muy rico como pintor y acabó muriendo absolutamente pobre. Goya no es un pintor, es la pintura. No es un estilo, es todos los estilos: se adentró en el impresionismo, expresionismo, pintura francesa... transitó por todos los artes que se conocían e, incluso, por lo que estaban por venir. Pero, curiosamente, cuando Goya es genial en la pintura, su vida es penosa.
El gran Cabrón 
 El macho cabrío, que representa al demonio y tiene la boca abierta, estaría dirigiendo la palabra a la joven, que al parecer está siendo postulada a bruja. El resto de las figuras, además, mira al Cabrón, por lo que parecen prestar oídos a sus palabras, excepto la que aparece de espaldas en primer término, con mantilla de novicia, que mira a la joven.

Goya, inculto, pero profundamente sabio, al decir naturaleza se refiere a la suya propia. Nunca hizo un paisaje. Y su naturaleza estaba expuesta a desequilibrios muy grandes. Las personas vitalistas son las más predispuestas a sufrir estados depresivos.
               
Viejos comiendo sopa.

 Las pinceladas están aplicadas de modo muy libre, decidido y rápido. Son brochazos llenos con mucha pasta de pintura los que definen los dedos artríticos y la cuchara. El cuadro se le ha considerado como precursor del expresionismo.

Las alteraciones anímicas intensas son factores fundamentales en la creatividad de Goya. Las enfermedades maniaco-depresivas son 30 veces más frecuentes en escritores y pintores que en el resto de la población . Durante los estados maniacos, los artistas lo experimentan todo con mayor libertad. La percepción visual y la sonora son mucho más impresionantes. En esos momentos, la capacidad creativa está intensificada, es inigualable.
Duelo a garrotazos. 

El cuadro presenta a dos villanos luchando a bastonazos en un paraje desolado enterrados hasta las rodillas. Estos duelos se producían en la época al igual que los de caballeros solo que, a diferencia de estos, las armas eran garrotes y carecían de reglas y protocolo: padrinos, cuenta de pasos, elección de armas... Los villanos se enterraban para que no pudieran huir y así, al alba, se apaleaban hasta morir, frecuentemente, los dos combatientes.

Goya era un golfo, un mujeriego, un machista perfecto que llegó a vender a sus novias. Pero se enamoró como un pardillo de la negación de su propia figura, Cayetana de Alba, una aristócrata que, además, no le quería. Pasó de ser dominante a ser dominado, pero aquí surgió el gran pintor. Cuanto más depende de ella y más se humilla como hombre más crece como pintor. Se destruye como hombre y crece como genio. Goya, que padece de la enfermedad bipolar, va a transitar entre la euforia y la depresión.
Los desastres de la guerra. El horror de la guerra , las crueldades cometidas en la Guerra de la Independencia Española.

No fue Goya el primero de su familia en padecer desequilibrios psíquicos. Dos parientes de su madre sufrieron un trastorno mental que los llevó al manicomio de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza en 1764. El primero de ellos fue una tía carnal, Francisca Lucientes, internada el la institución el 17 de julio de aquel año; el segundo, un probable primo, Francisco Lucientes, internado el 30 de mayo en el hospital. A Goya el manicomio no le fuera desconocido. Sin lugar a dudas, en sus visitas a la casa de salud conoció las tristes condiciones en que los alienados sobrevivían en las salas.

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