martes, 8 de mayo de 2018

CONTEXTO POLÍTICO / Por Efraín Flores Iglesias ¿Aguas con René?

Las victorias y las derrotas no son eternas. Y en política, menos.
Los que antes dirigieron campañas ahora son candidatos, y viceversa. Andrés Manuel López Obrador y René Juárez Cisneros, son dos claros ejemplos.
Ambos personajes protagonizaron una serie de desencuentros en la campaña de gobernador de 1999 en Guerrero. El tabasqueño era en ese entonces dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el priista era candidato al gobierno de la entidad suriana.
López Obrador era el principal promotor de la campaña de Félix Salgado Macedonio, pero el 7 de febrero de 1999 fueron derrotados por las fuerzas vivas del priismo guerrerense.
Cuando René Juárez era candidato, el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI era Héctor Astudillo Flores, quien 16 años después se convirtió en gobernador.
La campaña fue muy controvertida. El PRD no aceptó su derrota. López Obrador y Salgado Macedonio alegaron fraude y organizaron la marcha “Éxodo por la Democracia” hacia la capital del país, para demandar ante el Tribunal Federal Electoral (TFE) la revocación de la constancia de mayoría otorgada a Juárez Cisneros.
"Vamos a movilizarnos masivamente, bajo el principio de resistencia civil pacífica", dijo AMLO en un mitin realizado el 28 de febrero de 1999 en Acapulco. Y advirtió que si René Juárez toma posesión como gobernador, será "una declaración de guerra contra el pueblo". (La Jornada/28-II-1999).
Seis años antes, “El Toro sin cerca” había perdido la elección de gobernador ante Rubén Figueroa Alcocer. López Obrador, por su parte, perdió en 1994 la elección de gobernador en su natal Tabasco ante el priistaRoberto Madrazo Pintado.
Tanto López Obrador como Salgado Macedonio, son personajes que no están acostumbrados a perder. Siempre alegan que les hacen fraude y encabezan movilizaciones “pacíficas”.
En este proceso electoral 2018 sus nombres vuelven a relucir.
El tabasqueño es candidato a la Presidencia de la República por tercera ocasión. Lo fue en 2006, pero perdió ante el panista Felipe Calderón Hinojosa, y en 2012 ante el priista Enrique Peña Nieto.
Juárez Cisneros fue designado el pasado 2 de mayo como dirigente nacional del PRI, en sustitución de Enrique Ochoa Reza. Su nombramiento tiene el claro propósito de fortalecer la campaña presidencial de José Antonio Meade Kuribreña, quien sigue en el tercer lugar de las encuestas, superado por López Obrador y el abanderado de la coalición “Por México al Frente” (PAN-PRD-MC), Ricardo Anaya Cortés.
Mientras que Salgado Macedonio fue postulado como candidato a senador por la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES) en el estado de Guerrero.
Al igual que 1999, al PRI no le favorecen las condiciones político-electorales a nivel nacional. Morena y el Frente le llevan ventaja a Meade Kuribreña.
Para algunos militantes del PRI, la llegada del ex gobernador guerrerense a la dirigencia nacional del tricolor es para repuntar en las encuestas y no repetir la historia negra de 2006.  Recordemos que en ese año el PRI quedó en un lejano tercer lugar con su candidato Roberto Madrazo.
Lo que debe quedar claro es que René Juárez sí es un operador político eficaz, algo que nunca caracterizó a Enrique Ochoa, quien tiene otra formación política.
El guerrerense sabe ganar elecciones. La única derrota que ha sufrido en su carrera política es la de 2012 como candidato a senador frente al PRD, pero aun así llegó a la Cámara Alta, de donde saltó a la Subsecretaría de Gobierno de la SEGOB.
Las cúpulas y huestes de Morena y el Frente lo han querido minimizar, olvidando que la elección presidencial no está resuelta aún. Faltan más de cincuenta días. Y en cincuenta días pueden darse varias sorpresas.
Don René es discreto cuando así lo considera pertinente y cuando se trata de atacar, ataca. Es un mariscal de guerra probado en el campo de batalla.
Luego entonces, ¡aguas con René!
ENTRE OTRAS COSAS… La violencia parece no tener fin en Guerrero, particularmente en la región de Tierra Caliente, en donde este martes fue asesinado el alcalde con licencia de Coyuca de Catalán y candidato del PRI-PVEM en el distrito 17, Abel Montúfar Mendoza.
Hace unos días denunció que a sus seguidores los “comenzaron a amenazar” de que a él lo iban a matar.
Sin lugar a dudas, es un crimen lamentable. Ojalá las autoridades correspondientes resuelvan cuanto antes el caso y capturen a los responsables de tan lamentable hecho de sangre que consterna a la clase política guerrerense.
Comentarios: E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com; Facebook: Efraín Flores Iglesias; Twitter: @efiglesias

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